“El propio contacto con las calles de la ciudad me hizo preguntarme por las historias que esconderían sus rincones”
Desde los retiros más insólitos de la ciudad de Salamanca Tomás Sánchez o Tomás Hijo cómo él prefiere que se le conozca, nos narra casi a modo de cuentacuentos cómo Leyendas, milagros y rumores extraordinarios pasó de ser un imaginario popular a convertirse en la nueva obra de este magnífico escritor. “Cuando empecé a descubrirlas, no me quedó más remedio que escribir el libro”
Salamanca oculta ha tenido el privilegio de contar en primer plano con una de las nuevas revelaciones artísticas en lo que a literatura ilustrativa se refiere.
P: Usted es un apasionado de las leyendas, escribió “El libro negro de las leyendas urbanas, ¿cómo surge la idea de realizar una obra dedicada a las leyendas de la ciudad de Salamanca?
R: Leyendas de Salamanca fue mi primer libro y fue escrito por el interés que despertaban en mí las historias que había oído contar acerca de la ciudad. Recordaba muchas de las que me contó Delfín, mi abuelo materno, que era un maestro en el arte del contar. Pasaba muchas tardes en su casa escuchándole. Por otro lado, el propio contacto con las calles de la ciudad me hizo preguntarme por las historias que esconderían sus rincones. Cuando empecé a descubrirlas, no me quedó más remedio que escribir el libro.
P: El libro se titula “Leyendas, milagros y rumores extraordinarios”, ¿a qué se refiere con “rumores extraordinarios”?
R: Las leyendas son un tipo de relato con una construcción particular y un sentido muy específico. Yo quería centrarme en ellas pero pronto tuve que ampliar el repertorio a los milagros, que pueden tener carácter legendario para los no creyentes pero que, en cualquier caso, admiten otra categorización. Al final, decidí incluir hechos que no son ni una ni otra cosa, pero que merecían contarse: ésos son los ‘rumores extraordinarios a los que me refiero’. Hay que aclarar que, como autor, padezco la enfermedad de los títulos largos, así que ahí hay otra razón.
P: ¿Fue muy difícil la recopilación de datos para confeccionar el libro?
R: No. Leyendas de Salamanca recopila historias que ya se habían contado en otros libros, pero que no se habían relacionado entre sí ni se habían escrito con lectores actuales en mente. Todo el trabajo de investigación consistió en una temporada llena de momentos tranquilos y felices entre los estantes de varias bibliotecas.
P: ¿Hubo alguna leyenda que no haya podido publicarse debido a la falta de información?
R. No. Sí es cierto que he descartado algunas (si hablamos de leyendas de Salamanca) por ser construcciones literarias muy recientes. Hay una que trajo de cabeza a unas compañeras que se dedican a esto y que tiene que ver con cierto “Salón de la Magia” de Salamanca, cenáculo satánico y palaciego que, al final, resultó ser un invento de un escritor americano de nuestros días.
P: Vista la cantidad de información que tuvo que emplear, ¿contó con la ayuda de alguna fuente de autoridad para mejorar la calidad de los relatos?
R: Sí, con la de Cervantes, Quevedo, Valle Inclán, Dickens, Cunqueiro y otros muchos maestros que me vigilan desde los estantes de mi estudio.
P: Todas las ilustraciones del libro están hechas por usted, ¿de dónde viene esta pasión?
R: Como la de escribir, es una afición que viene de un momento que ni recuerdo. No hay época de mi vida en la que no haya dibujado o escrito.
P: Elija: pintar o escribir
R: En realidad yo no pinto. Ilustro, dibujo... y escribo. Y no puedo elegir una sola cosa. Hay temporadas en las que una cosa ha tenido prioridad sobre la otra pero intento que eso no suceda.
P: ¿Tiene algún proyecto entre manos? Si es así y usted quiere, adelántenos algunos datos.
R: Ahora mi proyecto prioritario es levantar Tatanka, una editorial que acabo de fundar con un socio. Pienso dar salida a algunos de mis proyectos por ahí, aunque habrá cosas que seguirán otros cauces. Dentro de unas semanas se publicará en SM ‘Niños raros’, una obra ilustrada por mí y escrita por Raúl Vacas, también ex alumno de esta Facultad. Hay más proyectos por ahí, pero no se debe hablar de ellos antes de que tomen cierta forma.
P: Con la llegada de los e-books ¿tiene pensado subirse al carro de las nuevas tecnologías para publicar su próximo trabajo?
R: Hay que explotar todos los soportes a la hora de llegar a los posibles lectores. No soy muy optimista sobre el efecto que esos dispositivos puedan ejercer sobre la edición en un país vocacionalmente pirata como el nuestro, pero es algo que se nos va a imponer queramos o no. Ya veremos.
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